Los seis puntos rojos en esta imagen compuesta indican la ubicación del primer asteroide cercano a la Tierra vista por la NASA a través del telescopio Neowise del departamento de objetos cercanos a la Tierra.
El
telescopio Neowise del departamento de Objetos Cercanos de la NASA ha
descubierto un asteroide nunca antes captado por ningún otro aparato. Se trata
de su primer hallazgo desde que despertara de su hibernación, hace apenas tres
meses.
Neowise
realizó su descubrimiento, al que han llamado 'YP139 2013', el pasado 29 de
diciembre después de que su sofisticado software recogiera el objeto en
movimiento sobre un fondo de estrellas fijas. Posteriormente, mientras rodeaba
la Tierra para escanear el cielo, observó al asteroide varias veces más, antes
de que este desapareciera de su vista.
Los investigadores de la Universidad de
Arizona han utilizado el telescopio Spacewatch en el Observatorio Nacional de
Kitt Peak para confirmar lo que Neowise había visto. De esta forma, 'YP139
2013' será el primero de los cientos de asteroides que, según tiene previsto la
NASA, hallará el telescopio.
Concretamente, 'YP139 2013' está a unos 43
millones de kilómetros de la Tierra y, basándose en su brillo infrarrojo, los
científicos estiman que sea aproximadamente de unos 650 metros de diámetro y
muy oscuro, como un trozo de carbón. Viaja en círculo en una órbita elíptica
inclinada con respecto al plano del Sistema Solar y se clasifica como
"potencialmente peligroso".
Mientras se realizan estudios más precisos
de este cuerpo celeste, los investigadores cree que, por su órbita, acabará
acercándose al planeta hasta 300.000 kilóemtros, un poco más que la distancia
de la Luna. "Pero este acercamiento no se producirá en los próximos 100
años", ha destacado el equipo.
DE
VUELTA A LA BÚSQUEDA
Con el 'despertar' de Neowise, la NASA
comienza una nueva época de descubrimientos. "Estamos encantados de volver
a la búsqueda y caracterización de asteroides y cometas, especialmente los que
entran en el vecindario de la Tierra", ha apuntado la investigadora
principal de la misión del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL),
Amy Mainzer. "Con nuestros sensores infrarrojos que detectan el calor,
podemos aprender acerca de sus tamaños y reflexividad", ha apuntado.
Por su parte, otro de los responsables de
esta misión, Tommy Grav, ha indicado que "el aumento del número de objetos
cercanos a la Tierra es clave para una mejor comprensión de la amenaza
potencial existente para el planeta".
Neowise fue llamado originalmente Infrared
Survey Explorer (Wise) y es el aparato que ha hecho el estudio más completo,
hasta la fecha, de asteroides y cometas. Fue lanzada en 2009 y en 2011 se
apagó, ya que hanía cumplido con su misión principal. Sin embargo, en
septiembre de 2013 se reactivó con el nombre de Neowise y con la finalidad de
ayudar a la NASA a identificar la población de objetos cercanos a la Tierra
potencialmente peligrosos.
Como Wise, el telescopio descubrió más de
34.000 asteroides y caracterizó 158.000 en todo el Sistema Solar. Ahora,
Neowise continuará con la labor para detectar asteroides y cometas.
Sus observaciones se enviarán
automáticamente a la cámara de compensación para cuerpos del Sistema Solar, en
el Centro de Planetas Menores en Cambridge (Massachusetts). Allí se compararán
con el catálogo conocido de objetos, para determinar si es nuevo o un cuerpo ya
encontrado.