La Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido desplegar los paneles solares de uno de los dos satélites Galileo, lanzados el viernes y que acabaron en una órbita más baja de la que tenían programada. Los expertos han explicado que "en breve" se realizará la misma operación con el otro aparato.
En cuanto a la solución de la anomalía orbital, la ESA ha explicado que desde el centro de control del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Alemania, se sigue trabajando "de forma ininterrumpida" para buscar una solución.
Además, ha señalado que, a pesar de que se encuentran en una órbita equivocada, los satélites están bajo control. También los controladores, en cooperación con el fabricante de los satélites, OHB, han confirmado la buena salud y el comportamiento de ambos aparatos.
Así, ambos siguen en modo seguro, apuntando correctamente al Sol, con electricidad y bajo control de los equipos integrados de ESA/CNES, y de OHB, instalados en el centro de control de ESOC.
En paralelo los equipos investigan cómo explotar al máximo los satélites, a pesar de la inyección no nominal y dentro de sus limitadas capacidades de propulsión.