El investigador Pablo Rogelio Hernández Rodríguez se ha
dedicado al diseño de técnicas no sólo para rehabilitación, sino también para
generar indicadores objetivos de prevención de accidentes, como los estudios de
evaluación del equilibrio
Con el propósito de restituir los patrones de movimiento del
cuerpo perdidos tras algún accidente, como resultado de alguna enfermedad
cerebrovascular, o simplemente causados por la edad, se desarrollan
instrumentos que puedan ayudar a la rehabilitación de algunas funciones
motrices.
El doctor Pablo Rogelio Hernández Rodríguez se ha dedicado
al diseño de técnicas no sólo para rehabilitación, sino también para para
generar indicadores objetivos de prevención de accidentes, como los estudios de
evaluación del equilibrio para determinar la condición del sistema de control
postural, cuando un sujeto es sometido a estímulos sobre las estructuras del
cuerpo encargadas de regular su estabilidad corporal.
“El sistema fue pensado inicialmente para estudiar el
equilibrio en personas de la tercera edad y evaluar objetivamente el riesgo de
caída. Este indicador es tomado como señal de alerta para intensificar cuidados
en estas personas con la finalidad de reducir el riesgo de estos eventos”,
comentó el especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados
(Cinvestav).
La línea de investigación en rehabilitación abarca tres
problemáticas: la prevención, cuando aún se está a tiempo de fortalecer los
músculos a través de terapias; la rehabilitación en sí, en la que se diseña
equipo especial para cada persona y busca la recuperación de funciones o
capacidades disminuidas tomando en cuenta sus capacidades remanentes; es decir,
se busca integrar en el diseño estructuras y funciones que aún puede utilizar
un paciente en su favor; y por último, los instrumentos para la evaluación y
seguimiento de los procesos de rehabilitación que permiten a los médicos
especialistas definir y modificar las terapias para una mayor efectividad.
En el caso de la rehabilitación el principal objetivo de
algunos instrumentos no es ayudar propiamente a rehabilitar lo que se perdió
con el accidente, si no evitar las consecuencias del mismo, como la atrofia
muscular o las úlceras por presión que caracterizan a pacientes con parálisis
en las piernas o con limitaciones motrices.
Algunos de los instrumentos diseñados por Hernández
Rodríguez son las órtesis para extremidades inferiores, también llamadas
exoesqueletos, cuyas funciones generales son proporcionar soporte, movilidad o
ambas a la persona a rehabilitar; su aplicación está enfocada a los pacientes
con paraplejía o hemiplejía.
“En el primer caso se busca inducir movimientos siguiendo
patrones de marcha bípeda en las extremidades inferiores con propósitos de
entrenamiento y para generar actividad en las estructuras corporales, que por
inmovilidad, pueden atrofiarse y generar daños colaterales importantes. La
oportunidad de utilizar una órtesis ha representado adicionalmente un beneficio
psicológico significativo”, explicó el experto, quien también es miembro de la
Academia Mexicana de Ciencias.
Mientras que para personas con hemiplejía, se diseñó la
órtesis mimética que busca inducir movimientos ordenados en la extremidad
inferior con parálisis, con un patrón de movimientos generado por la extremidad
no afectada. Esta órtesis tiene sensores de ángulo en las articulaciones de
rodilla y cadera, montados en una estructura junto a la extremidad no afectada.
Los valores medidos, producto del movimiento remanente de marcha sin
afectación, son integrados a un patrón de movimiento que se aplica a la
extremidad afectada.
“El primer intento que generalmente se utiliza para generar
movimientos en el cuerpo humano es la electroestimulación funcional en donde se
busca estimular a los músculos grandes y accesibles superficialmente. Esto
además de desgastante y molesto para el usuario, nos orientó a diseñar y construir
dispositivos para la inducción de movimiento con beneficios importantes,
mencionados antes, que se refieren la prevención de daños colaterales”, dijo el
especialista.
El objetivo del laboratorio del investigador es diseñar
instrumentos a la medida que sean útiles y accesibles. “Es muy importante el
tiempo de uso de estos dispositivos, por eso diseñamos equipos para que puedan
ser aplicados en otros lugares diferentes a los hospitales o centros de
rehabilitación; de esta manera, aumentan las posibilidades de tener éxito en un
proceso de rehabilitación”, explicó.