Moisés Carreón empezó a interesarse por la ingeniería de joven, al seguir los pasos de su hermano mayor, también ingeniero. Lo que no sabía entonces el académico mexicano es que la Casa Blanca lo premiaría en el 2014 por sus contribuciones en ese complicado campo.
“Me siento muy afortunado porque sé que hay investigadores que merecen este premio”, dijo Carreón el martes desde Boulder, Colorado.
Carreón, nacido en Morelia e ingeniero químico, es uno de los ganadores del Premio Presidencial para Científicos e Ingenieros en la Etapa Inicial de sus Carreras, la más alta distinción que el gobierno estadounidense concede a jóvenes profesionales de la ingeniería y la ciencia.
Carreón es uno de 102 científicos y uno de seis latinos que el 23 de diciembre anunció la Casa Blanca será homenajeado en una ceremonia en Washington durante el primer trimestre de 2014.
El científico es el segundo químico mexicano que el presidente Barack Obama anuncia que homenajea en menos de un año. Mario Molina, ganador de un premio Nobel de Química en 1995, recibió el 20 de noviembre la Medalla Presidencial de la Libertad, otorgada por la Casa Blanca.
Carreón, de 39 años, se graduó y logró una maestría por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y se trasladó a Estados Unidos en el 1999 para proseguir sus estudios en ingeniería química. En el 2003 obtuvo su doctorado en la Universidad de Cincinnati y después trabajó en universidades de Canadá, Colorado y Kentucky.
Especialista en el diseño de cristales porosos, tiene claro lo que quiere decir a los jóvenes estudiantes mexicanos: “Que sean persistentes, que tengan metas altas, que sueñen alto, que trabajen muy fuerte y que lo hagan con mucha disciplina. Yo creo que eso es la base de alcanzar objetivos pequeños, objetivos grandes”, señaló.
Carreón se trasladó recientemente a Colorado para unirse al Departamento de Ingeniería Química y Biológica de la Colorado School of the Mines.
El 23 de diciembre pasado, a través de un mail que le envió el Departamento Educación de la Casa Blanca.
"Ese día no asimilaba qué estaba pasando, pero ahora me siento muy afortunado y muy agradecido con mucha gente, a nivel personal y a nivel profesional: con mis padres, mis hermanos, mi esposa, mis profesores, mis alumnos, con el gobierno de Estados Unidos por considerarme", dice Carreón en entrevista vía telefónica desde Colorado, Estados Unidos.
A sus 39 años, Carreón cuenta ya con una larga y destacada carrera científica, enfocada actualmente en el diseño y desarrollo de membranas que capturan dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases contaminantes o de infecto invernadero, para luego "reciclarlo" y convertirlo en plástico o combustible, lo que sirve para reducir el calentamiento global.
"Estas membranas están hechas a base de cristales porosos que permiten que el CO2 pase a través de ellas, y todos los demás gases de efecto invernadero (nitrógeno, metano, etcétera) no pasen", explica.
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