Una de las misiones que prepara la NASA para lanzar a la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2016 incluye el envío del Cold Atom Laboratory (CAL), el lugar "más frío del Universo", donde se estudiará cómo se comportan los gases ultrafríos en condiciones que no se podrían producir en la Tierra.
Uno de los responsables de este experimento, Rob Thompson, ha explicado que la intención es "explorar temperaturas muy por debajo de cualquier cosa que se pueda producir de manera natural". Concretamente, esperan llegar a 10.000 millonésimas de grado sobre el cero absoluto, la temperatura a la que todo movimiento atómico cesa.
Además, el que el laboratorio esté en la EEI permite comprobar el comportamiento de estos gases en un entorno de microgravedad, una frontera en la investigación científica que, según apuntan los investigadores, pueden revelar "interesantes y novedosos fenómenos cuánticos".
"Este entorno hace que sea posible llevar a cabo la investigación en una manera inalcanzable en la Tierra porque los átomos pueden ser observados durante un período más largo y se pueden realizar mezclas de diferentes átomos libres de los efectos de la gravedad, donde estos átomos fríos pueden ser atrapados con mayor facilidad por los campos magnéticos", ha insistido Thompson.
Según ha explicado la NASA, CAL trabajará con los gases condensados de Bose-Einstein, un estado de la materia cerca del cero absoluto cuya existencia se ha demostrado con elementos como rubidio o sodio.
La agencia espacial estadounidense también ha apuntado que este proyecto está en proceso de desarrollo en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL). De hecho, CAL es la propuestas de JPL seleccionada por la NASA en un concurso abierto para la misión a la EEI, bajo el nombre 'Oportunidades de investigación en Física Fundamental'. Las propuestas elegidas reciben un total de 12.700.000 dólares en un período de entre cuatro y cinco años.
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