El Observatorio de Medición de la Precipitación Global (Global Precipitation Measurement Core Observatory) o GPM, ha sido lanzado con éxito desde el Centro Espacial Tanegashima, en Japón. Construido por la NASA y la JAXA, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. Una vez alcanzada la órbita, los paneles solares del satélite han quedado desplegados y dirigidos hacia el Sol, para comenzar a recoger energía.
El GPM volará a 407 kilómetros por encima de la Tierra, en una órbita con inclinación de 65 grados hacia el ecuador. Esta órbita permite que el satélite monitorice las precipitaciones desde el Ártico hasta la Antártida. Trabaja conectado en red con otros satélites, de los cuales algunos ya están en órbita y otros cuyo lanzamiento está planeado para el futuro. El GPM puede medir la lluvia y la nieve cada tres horas en cualquier lugar del mundo.
"El tipo de datos que recibiremos de la red del GPM no tiene precedentes", dice Gail Skofronick-Jackson, un científico del proyecto GPM, en el Centro Goddard de la NASA. "Podremos observar características detalladas de los sistemas de lluvia y nieve que son extremadamente importantes para mejorar las predicciones meteorológicas y climáticas", explica
Las operaciones normales comenzarán aproximadamente 60 días después del lanzamiento. Los datos serán transmitidos a través del Sistema de Satélites de Seguimiento y Retransmisión de Datos de la NASA, hacia el Centro de Procesamiento de Precipitaciones de la Agencia, ubicado en Greenbelt, Maryland, donde serán procesados y distribuidos por Internet.
RADAR DE PRECIPITACIONES Y GENERADOR DE IMÁGENES
El GPM lleva dos instrumentos para medir la lluvia y la precipitación de nieve: un Radar de Precipitaciones de Frecuencia Dual y el Generador de Imágenes por Microondas del GPM. En comparación con los instrumentos que volaron con anterioridad en satélites de ciencias de la Tierra, el radar de precipitaciones y el generador de imágenes por microondas del GPM pueden ver más profundamente dentro de las nubes y detectar partículas más pequeñas de lluvia, hielo y nieve.
Asimismo, el radar podrá formar perfiles de precipitación en 3D y revelar el funcionamiento interno de los sistemas de tormentas con nubes. Por su parte, el generador de imágenes por microondas no solo medirá lluvias intensas y moderadas, como lo hacen otros satélites, sino también lloviznas y nevadas leves (que son dos formas de precipitación importantes en las cordilleras y en las zonas de latitudes elevadas de América del Norte, Europa y Asia).
Según los científicos, lo que aprendamos de la red del GPM nos ayudará a hacer frente a futuros fenómenos meteorológicos extremos y a manejar los recursos de agua dulce en un mundo cambiante.
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http://www.europapress.es/ciencia/noticia-lanzado-exito-satelite-gpm-controlara-precipitacion-global-20140228112747.html