(EUROPA PRESS) - La NASA ha dado un segundo uso a su sonda de observación de cráteres lunares (LCROSS) y, en 2009, la utilizó para observar la Tierra. El objetivo es saber cómo se ve un planeta habitado desde el espacio y si una sonda es capaz de detectar el agua presente en el mundo.
Los científicos creen que, incluso cuando un planeta lejano tiene las marcas de habitabilidad y tamaño de la Tierra y está en una zona habitable alrededor de su estrella, es complicado encontrar la posible presencia de agua líquida. A su juicio, los telescopios actuales se están quedando cortos en este aspecto.
Y para lograr una buena tecnología de cara a los futuros observatorios, los expertos decidieron que lo mejor es echar un vistazo al único planeta en el que, por ahora, se ha confirmado la presencia de vida. La intención era observar la Tierra como si estuviera siendo vista desde un mundo extraterrestre, y para ello utilizaron a LCROSS.
"La nave espacial observó la Tierra y recogió datos sobre el ozono en la atmósfera de la Tierra y sobre el agua líquida", ha explicado el investigador principal del trabajo, Tyler Robinson. Los resultados de la investigación han sido publicados en 'Astrophysical Journal'.
LCROSS tenía una misión primaria para buscar la firma de agua lunar. Sin embargo, la NASA aprovechó su estancia sobre el satélite para hacer tres sesiones de observación de la Tierra en 2009. Los expertos evaluaron la precisión de la nave y los datos fueron posteriormente utilizados para el modelado de un 'exoplaneta' utilizado en esta investigación.
"Uno nunca sabe qué conclusiones se pueden obtener con muchos ojos mirando los mismo datos. Por eso tener y mantener archivos es tan importante", ha indicado Robinson.
De hecho, en este caso los datos reutilizados dieron una sorpresa. LCROSS pudo observar el conocido como 'brillo de la Tierra' --la débil luz natural del planeta que se ve cuando la Luna no está en fase llena--, pero era muy diferente a lo que los investigadores esperaban. "", ha indicado el científico.
Mediciones anteriores habían predicho un brLa observación realizada por la nave espacial estaba en desacuerdo con algunas observaciones previas que se realizaron desde tierraillo mucho más fuerte que lo que el equipo de Robinson vio utilizando los datos de LCROSS. Lo que también sorprendió a los investigadores fue lo diferente que aparece este brillo en las diferentes longitudes de onda de la luz, dependiendo si estaba enmascarado, o no, por un efecto atmosférico.
Con esta experiencia, la NASA espera poder mejorar sus próximas misiones y telescopios. Este proyecto le ha dado una nueva visión sobre lo que se puede esperar y observar de un posible planeta habitado.