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(EUROPA PRESS) - Definir lo que hace que una estrella sea como nuestro Sol es tan difícil como definir lo que hace a un planeta ser "parecido a la Tierra." Un gemelo solardebe tener una temperatura, masa y tipo espectral similar a nuestro sol. También que su edad ronde los 4.500 millones de años.
Sin embargo, es muy difícil medir la edad de una estrella asi que los astrónomos suelen ignorar la edad en el momento de decidir si una estrella se clasifica como "similar al Sol".
Pero ahora ha surgido una nueva técnica para medir la edad de una estrella a partir de la girocronología. Astrónomos han presentado las edades girocronológicas de 22 estrellas similares al Sol. Antes de esto, sólo se habían medido los giros y las edades de dos estrellas similares al Sol.
"Hemos encontrado estrellas con propiedades que están lo suficientemente cerca de las del Sol como para que podamos llamarlas los gemelos solares", dice el autor principal José Dias do Nascimento, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CfA). "Con los gemelos solares podemos estudiar el pasado, el presente y el futuro de las estrellas como nuestro sol. Consecuentemente, podemos predecir cómo los sistemas planetarios como nuestro sistema solar se verán afectados por la evolución de sus estrellas centrales".
Para medir la rotación de una estrella, los astrónomos buscan cambios en su brillo causados por manchas oscuras conocidas como manchas solares que atraviesan la superficie de la estrella.Al ver cuánto tiempo le toma a una mancha rotar, nos enteramos de lo rápido que la estrella está girando.
El cambio en el brillo de una estrella debido a manchas solares es muy pequeño. La nave espacial Kepler de la NASA se destaca en este tipo de mediciones exigentes de brillo. Con este telescopio Nascimento y sus colegas encontraron que las estrellas similares al Sol giraban una vez cada 21 días en promedio, en comparación con el período de rotación de 25 días de nuestro Sol en su ecuador.
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MEJORES CANDIDATOS A TENER PLANETAS CON VIDA
Las estrellas más jóvenes giran más rápido que las anteriores porque las estrellas son más lentas a medida que envejecen, al igual que los humanos. Como resultado, la rotación de una estrella se puede utilizar como un reloj para obtener su edad. Dado que la mayoría de las estrellas estudiadas presentaban un giro ligeramente más rápido que nuestro sol, tienden a ser más jóvenes también.
Puesto que las estrellas y los planetas se forman al mismo tiempo, concoer la edad de una estrella facilita la edad de sus planetas. Y puesto que se necesita tiempo para el eventual desarrollo y evolución de la vida, este sistema podría ayudar a reducir el número de mejores objetivos para la búsqueda de señales de vida extraterrestre. Aunque ninguna de las 22 estrellas en el nuevo estudio tienen planetas, este trabajo representa un paso importante en la búsqueda de estrellas similares al Sol que podrían albergar planetas similares a la Tierra.
El documento ha sido aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal Letters.
