jueves, 21 de mayo de 2015

Industria espacial rusa se encuentra en crisis

MOSCU (AP) -- El fracaso consecutivo de dos cohetes ha asestado a Rusia uno de los peores reveses a su industria espacial desde la desintegración del imperio soviético, en una situación que afecta tanto el orgullo nacional como las finanzas.

Los contratiempos amenazan la posición rusa en el mercado espacial multimillonario, en el que representa un 40% y socava los esfuerzos del presidente Vladimir Putin por elevar el prestigio nacional ante el mundo.

El cohete Proton lanzado durante el fin de semana tuvo problemas en el motor de la tercera etapa, a ocho minutos de vuelo y perdió un satélite de comunicación mexicano.

La competencia por los lucrativos contratos de satélites comerciales se intensifica con la presencia de empresas estadounidenses, europeas, chinas e indias ansiosas por expandir su presencia. El viceprimer ministro Dmitry Rogozin advirtió esta semana que Rusia podría perder su porcentaje en el mercado si no soluciona pronto sus problemas.

Funcionarios del gobierno y expertos coinciden en que las recientes fallas de los cohetes impulsores se deben a una declinación paulatina en los niveles de producción y la supervisión ineficiente de los constructores de los cohetes controlados por el estado, pero varían las opiniones acerca de la posible solución.

Para peor, los trabajadores que construyen la nueva plataforma de lanzamiento Vostochny en la región oriental de Amur hicieron huelga de hambre el mes pasado y apelaron directamente a Putin quejándose de que les deben meses de sueldo. El director de una compañía de construcción controlada por el estado y tres subcontratistas han sido arrestados en ese caso.

El Kremlin ha ofrecido otro plan para la reorganización de la industria, que ha sido sometida a varias reestructuraciones en los últimos años. Un proyecto presidencial que recibió aprobación preliminar en la cámara baja esta semana reúne todo el aparato espacial nacional en una enorme corporación comercial controlada por el estado.

En un discurso a los legisladores, Ragozin afirmó que la reforma propuesta era esencial para establecer un control estricto sobre el flujo del dinero, reducir los costos de producción y desarraigar la corrupción. Admitió que las industrias espaciales estadounidenses son ahora nueve veces más eficientes que la industria espacial rusa.

Sin embargo, los críticos advierten que las corporaciones estatales gigantescas creadas durante los 15 años de Putin en el gobierno no han sido precisamente exitosas. Sostienen que esos conglomerados estatales son mal administrados, ineficientes y afectados por la corrupción.

Ragozin dijo que una investigación reciente sobre las actividades de la compañía Khrunichev, fabricante del cohete impulsor Proton, reveló numerosos casos de fraude, abuso del cargo y falsificación de documentos, lo que produjo pérdidas por 9.000 millones de rublos (más de 180 millones de dólares).

"Con tal degradación en la dirección, no es de sorprender un alto número de accidentes", afirmó.