(EUROPA PRESS) - Al igual que en la Tierra, el Sol tiene periodos de mal tiempo, con fuertes vientos y abundante lluvia. Pero a diferencia de las tormentas muy frecuentes en, por ejemplo, Reino Unido e Irlanda, la lluvia en el Sol está formada de gas cargado eléctricamente (plasma) y cae en torno a 200.000 kilómetros por hora desde la atmósfera solar exterior, la corona, a la superficie del Sol y las miles de gotitas que forman una ducha de 'lluvia coronal' son tan grandes como Irlanda.
Ahora, un equipo de físicos solares, dirigidos por el doctor Eamon Scullion, del 'Trinity College' de Dublín, en Irlanda, ha reconstruido una explicación de este fenómeno intrigante, con imágenes que muestran una "cascada" en la atmósfera del sol, como expondrán este martes en la Reunión Nacional de Astronomía (NAM, por sus siglas en inglés) de 2014 que se celebra en Portsmouth, Inglaterra
Descubierta hace casi 40 años, los físicos solares son ahora capaces de estudiar la lluvia coronal con gran detalle gracias al estado de la técnica de los satélites, como el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO, por sus siglas en inglés) y observatorios terrestres como el Telescopio Solar Sueco de 1 m (SST por sus siglas en inglés). Los científicos ven cambios regulares y masivos en el "clima" solar a pesar de décadas de investigación han sido hasta ahora incapaces de entender la física de la lluvia coronal.
Resulta que el proceso por el que se forma la lluvia caliente en el Sol es surprendemente similar a cómo sucede la lluvia en la Tierra. Si las condiciones en la atmósfera solar son adecuadas, se forman nubes de calor, por lo que el denso plasma puede naturalmente condensarse, enfriarse y finalmente caer de vuelta a la zona de la corona solar en forma de gotas de lluvia.
Otro paralelismo con el clima terrestre es que el material que forma las nubes calientes de lluvia alcanza la corona a través de un proceso de evaporación rápida, pero en este caso se trata de la evaporación causada por las erupciones solares, las explosiones más poderosas en el sistema solar que se cree que ayudan a calentar la atmósfera exterior del Ssol.
Las tormentas de lluvia torrenciales, impulsadas por las llamaradas solares, pueden desempeñar un papel en el control del ciclo de la masa fundamental de la atmósfera solar y actúan como una especie de termostato de "escala solar" que regula las fluctuaciones de la temperatura de la corona solar. Los orígenes de calentamiento de la corona solar siguen siendo uno de los rompecabezas más antiguos en la física solar.
El doctor Scullion y su equipo han desarrollado ahora una nueva visión de cómo se forma la lluvia coronal. Junto con colaboradores en el 'Trinity College' de Dublín y la Universidad de Oslo en Noruega, sugiere un modelo de "enfriamiento catastrófico", donde una caída excepcionalmente rápida de la temperatura hace que el material cambie de gas coronal enrarecido a 'gotas de lluvia'.
El equipo utilizó imágenes del Telescopio Solar Sueco (SST) en la base de La Palma en las Islas Canarias, un telescopio que produce unas de las imágenes más nítidas del Sol disponibles. En junio de 2012, estos expertos observaron una "cascada" gigante de material solar que caía de la atmósfera exterior del Sol en una mancha solar oscura en su superficie. Además, montaron una serie de imágenes como una película que mostraron cómo una llamarada solar precede a una 'ducha de lluvia'.