la bocanada de humo en la imagen es en realidad una gran masa de gas arremolinándose sobre el polo sur de Venus, vista por el Espectrómetro Térmico en el Visible y en el Infrarrojo (VIRTIS) de la sonda Venus Express de la ESA.
La atmósfera de Venus es muy turbulenta y se mueve a gran velocidad – aunque el viento en superficie sea moderado, a unos 70 kilómetros de altitud, sobre la cubierta nubosa, alcanza velocidades de unos 400 km/h. A esta cota la atmósfera de Venus gira unas 60 veces más rápido que el propio planeta. Esta cifra es impresionante, ya que los vientos más rápidos de la Tierra sólo alcanzan un 30% de la velocidad de rotación de nuestro planeta. Los fuertes vientos venusianos pueden dar la vuelta completa al planeta en apenas cuatro días terrestres.
Los vórtices polares se forman cuando el aire calentado en las latitudes ecuatoriales circula en espiral hacia los polos, arrastrado por los fuertes vientos. A medida que converge en la región polar, se empieza a enfriar y se hunde formando un vórtice similar al que podemos observar en el desagüe de una bañera. En el año 1979 la sonda Pioneer Venus descubrió una gran depresión con forma de reloj de arena en el centro del vórtice del polo norte, de más de 2.000 kilómetros de extensión. Sin embargo, sin contar con las breves observaciones de las misiones Pioneer Venus y Mariner 10 en los años setenta, el polo sur de Venus no había sido estudiado en detalle hasta la llegada de la sonda europea Venus Express en abril de 2006.
Uno de los primeros descubrimientos de Venus Express, realizado durante su primera órbita al planeta, fue la existencia de un enorme vórtice de circulación atmosférica sobre el polo sur de Venus, con una forma similar a la del vórtice del polo norte.
El vórtice austral es una mezcla turbulenta de gases a distinta temperatura, rodeados por un ‘collar’ de aire frío. Las observaciones realizadas por la sonda europea a lo largo del año 2007, a las que pertenece esta imagen, constataron que el núcleo de este vórtice cambia de forma a diario. Cuatro horas después de tomar esta imagen el vórtice ya era muy diferente, y un día más tarde ya se había transformado en una figura aplastada que no tenía nada que ver con la estructura con forma de ojo que vemos aquí.
En este enlace se puede ver un vídeo del vórtice, formado a partir de 10 instantáneas tomadas a lo largo de un intervalo de cinco horas. El vórtice tiene un periodo de rotación de unas 44 horas.
La turbulenta región retratada en esta imagen por el instrumento VIRTIS se encuentra a unos 60 kilómetros sobre la superficie del planeta. El polo sur de Venus está situado arriba y a la izquierda del centro de la imagen, ligeramente por encima del ‘ojo’.
Esta imagen fue tomada el 7 de abril de 2007 en la longitud de onda de las 5.02 micras. En ella se pueden ver las emisiones térmicas en la banda del infrarrojo de la cima de las nubes. Las regiones más brillantes, como el ‘ojo’, se encuentran a menor altitud y por lo tanto a mayor temperatura.