Cuando pensamos en el Brexit, nos imaginamos que el Reino Unido saldrá de la unión económica y de población de la Unión Europea. Pero esta marcha también afecta a otros niveles que un ciudadano de a pie ni imagina. Por ejemplo, en la ciencia, como en Galileo.
Una de las primeras decisiones de Theresa May una vez que el Brexit ha sido presentado tanto en Europa como en el parlamento británico ha sido la de marcharse del proyecto Galileo, una decisión que ha causado la dimisión del ministro de Ciencia y Universidades de su gabinete, Sam Gyimah.
Galileo, el sistema de navegación europeo (EGSA)Más
El proyecto Galileo es un intento por parte de la UE de desarrollar un sistema propio similar al sistema GPS de Estados Unidos, que es utilizado a nivel mundial por millones de usuarios. Se trata del programa de navegación por satélite civil global de Europa, y está financiado (y es propiedad de la UE). Por eso Bruselas es el máximo responsable de su desarrollo e implantación.
Galileo se empezó a diseñar en el año 2000, y desde entonces los diferentes gobiernos de Europa han invertido miles de millones de euros para ponerlo en marcha. En la actualidad, 14 satélites de este programa orbitan la Tierra y la UE está empezando a comercializar su uso entre ejércitos, operadoras, navieras, demás compañías de transportes.
¿Qué diferencia a Galileo del sistema GPS? Los satélites Galileo, a diferencia de los que forman la malla GPS, están en órbitas ligeramente más inclinadas hacia los polos.De este modo sus datos serán más exactos en las regiones cercanas a los polos, donde los satélites estadounidenses pierden notablemente su precisión.
Además, su precisión es tal que los usuarios podrán calcular su posición con un receptor que utiliza satélites de distintas constelaciones. Al ofrecer dos frecuencias en su versión estándar, Galileo brinda ubicación en el espacio en tiempo real con una precisión del orden de 1 metro para el sistema gratuito, y de hasta 1 cm en el de pago, algo sin precedentes en los sistemas públicos.
Según informa The Independent, Reino Unido tenía planeado continuar formando parte del programa Galileo después del Brexit, pero el bloque europeo ha anunciado que será excluido de los elementos más secretos del programa una vez salga de la UE
Uno de los grandes usos de Galileo es el militar. Y esa es la excusa utilizada por May para salir de Galileo y montar su propio sistema: “No puedo permitir que nuestras Fuerzas Armadas dependan de un sistema en el que no podemos confiar”, ha dicho May. “Eso va en contra de nuestros intereses nacionales, y como un agente global que cuenta con ingenieros de primer nivel e importantes aliados en todo el mundo, no nos faltan opciones”, ha añadido. Como respuesta, May ha anunciado que Reino Unido desarrollará su propio sistema de navegación por satélites.
El mismo medio cifra en un mínimo de 5.000 millones de libras el desembolso por el diseño de un sistema tan complejo, además de dar por perdidos los 1.200 millones ya invertidos. Un derroche que pasará a la historia como una de las primeras facturas que el Reino Unido tuvo que pagar por el Brexit. Galileo