Ciudad de México. 21 de abril de 2015 (Agencia Informativa Conacyt). A un año de que comenzara su operación, el observatorio HAWC logró sus primeros resultados importantes toda vez que a partir de sus observaciones, científicos mexicanos, en colaboración con investigadores internacionales, generaron el mapa del universo más preciso obtenido hasta ahora.
Se trata de un mapa de rayos gamma de altas energías, el cual es mucho más preciso que el obtenido por el antecesor del observatorio HAWC. “El mapa que tenemos en este momento —en el plano de nuestra galaxia— es el más detallado, el que tiene la mayor cantidad de información de altas energías realizado hasta ahora”, dijo en conferencia de prensa el doctor Andrés Sandoval Espinosa, representante mexicano de la colaboración HAWC.
Durante la presentación de los resultados de un año de trabajo del observatorio, realizada en el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detalló también que existe un mapa similar, generado anteriormente por el observatorio HESS (en el hemisferio sur), el cual les tomó 10 años de trabajo y que describe una región mucho más pequeña que la registrada recientemente en HAWC.
A su vez, María Magdalena González Sánchez, representante del proyecto del laboratorio nacional HAWC, dijo que los otros proyectos que están generando mapas del universo lo hacen a partir de regiones muy específicas de la galaxia y su principal limitación radica en que se toman a partir de una antena que capta una fracción muy pequeña del cielo —unos cuantos grados—. Lograr un muestreo de todo el universo tomaría muchísimas horas, días y años.
“Ellos tienen cosas más detalladas que nosotros, pero muy locales, mientras que nosotros vemos una fracción mucho más extensa y con menos detalles. En este primer año estamos presentando sólo las energías más intensas (…) En consecuencia, nuestro mapa es el más detallado obtenido en el menor tiempo posible”, enfatizó.
Entretanto, Sandoval Espinosa abundó: “Nosotros obtuvimos el mapa sólo en un año porque podemos observar toda la región continuamente. Ante ello, estamos preparando un catálogo que vamos a publicar de todas las fuentes de rayos gamma de altas energías que nosotros vemos (40 fuentes astrofísicas, de las cuales 25 por ciento son nuevas), donde detallaremos el flujo que tiene cada una de ellas, así como la morfología, es decir, si son puntuales o extendidas”.
La extensión del proyecto
La doctora María Magdalena González Sánchez comentó también que derivado de estos importantes resultados, se extenderá la capacidad de operación y la duración de la vida útil del observatorio HAWC.
“Gracias a estos resultados hemos obtenido el financiamiento para extender HAWC, hemos empezado este año la extensión, misma que esperamos terminar para la primavera de 2017. Lo que estamos haciendo es tomar módulos con contenedores más pequeños (los actuales son de cuatro y medio metros de alto y contienen 200 mil litros de agua), de 1.6 metros de alto con una capacidad de dos mil 500 litros y colocándolos alrededor de los ya instalados, lo que permitirá aumentar el área de captación del universo que actualmente tiene HAWC, hasta cuatro veces más”.
¿Cómo funciona el observatorio HAWC?
En torno al funcionamiento del observatorio HAWC, Andrés Sandoval Espinosa explicó que se encuentra ubicado en el Parque Nacional Pico de Orizaba y el observatorio está exactamente sobre el volcán Sierra Negra. “Se trata de un arreglo de casi 22 mil metros cuadrados, donde se encuentran instalados 300 detectores de Cherenkov en agua”.
Los detectores son los instrumentos con los cuales detectamos la luz más energética (rayos gamma de altas energías) del universo. “Los detectores cuentan con 200 mil litros de agua; entre ellos hay tres detectores periféricos y uno central que se encargan de observar la luz de Cherenkov de las partículas cuando llegan los rayos cósmicos ultraenergéticos”.
Básicamente su funcionamiento, detalló, consiste en la detección de las partículas que se crean cuando un rayo cósmico o un rayo gamma de muy alta energía choca en lo alto de la atmósfera y produce una cascada de partículas que se propagan a la velocidad de la luz por la atmósfera.
“Al llegar a la superficie y entrar en contacto con el arreglo de HAWC, las partículas entran en el agua y dan señales que con el tiempo corren a través del detector, lo cual indica la dirección de donde viene la cascada. Midiendo el tiempo y la cantidad de luz que vemos en cada uno de los grandes contenedores de agua, podemos saber dónde se origina el rayo gamma y la energía que tiene", explicó.
Finalmente, dijo, así es posible observar el universo con esos grandes contenedores de agua. “HAWC escanea dos tercios del cielo diariamente ya que no tiene ningún dispositivo para enfocar alguna parte, sino que observa continuamente todo lo que está encima de él en un ángulo de 45 grados respecto a la cenital”, concluyó.