Washington, (EFE).- La agencia espacial estadounidense (NASA) adjudicó a Boeing la primera de las cuatro misiones tripuladas que ha garantizado a esa compañía y a SpaceX como parte del programa por el que volverá a trasladar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional sin depender de terceros países.
"Esto no significa que Boeing hará el primer vuelo. Sólo le da a la empresa la autoridad para proceder en su primera misión bajo el contrato", explicó hoy a Efe la portavoz de la NASA Stephanie Martin.
"Le permite a la empresa empezar a planear, construir y procurar el equipo y los recursos necesarios para llevar a cabo su primera misión en 2017", añadió.
Se espera que antes de final de año también reciba su primera adjudicación SpaceX, la compañía de Elon Musk, cofundador del sistema de pagos por internet PayPal.
En septiembre del año pasado, Boeing y SpaceX fueron elegidas por la NASA para un contrato de 6.800 millones de dólares que recupera para empresas privadas estadounidenses unas tareas que desde 2011, con la retirada de los transbordadores espaciales, estaban en manos del programa espacial ruso Soyuz.
La decisión del Gobierno de Estados Unidos de privatizar el transporte de sus astronautas a la EEI pone fin a una dependencia incómoda para Washington en el contexto de las tensiones con el Kremlin por la crisis en Ucrania.
Boeing recibirá 4.200 millones de dólares, mientras que la NASA concederá a Space X 2.600 millones.
"Vamos por el buen camino para comenzar a volar en 2017, y este hito tan importante favorece el desarrollo del diseño y puesta en marcha de la CST-100", dijo en un comunicado John Mulholland, vicepresidente de Programas Comerciales de Boeing.
La nave CST-100, con la que Boeing efectuará estos vuelos, puede transportar hasta siete pasajeros, o una combinación de tripulación y carga, a destinos en órbita terrestre baja, como la EEI o la futura estación espacial Bigelow.
Rusia tiene la primacía en la EEI desde 2011, cuando la NASA puso fin a los vuelos de sus transbordadores espaciales.
Esa dependencia nunca ha gustado al Gobierno de Barack Obama, que considera que una nación como EEUU no puede necesitar a terceros para enviar o traer a sus astronautas del espacio.
Por eso, el Gobierno decidió recuperar esa tarea para dos empresas privadas del país, Boeing y SpaceX, que a partir de 2017 efectuarán los lanzamientos de nuevo desde suelo nacional, en el tradicional centro de Cabo Cañaveral (Florida).
Hasta ahora, el Gobierno pagaba 70 millones de dólares a Moscú por el traslado de cada uno de sus astronautas a la EEI en las naves rusas Soyuz.
La SpaceX Dragon se convirtió en 2012 en el primer vehículo comercial en llevar carga a la estación espacial.