27 de diciembre, 2016 (Reuters). Vera Rubin, una astrónoma estadounidense que abrió el camino al estudio de la materia oscura en el universo y quien fue ignorada por el Premio Nobel según el parecer de algunos de sus colegas, murió a los 88 años, dijo el lunes su hijo.
Rubin murió el domingo en un centro de vida asistida en Princeton, Nueva Jersey, luego de sufrir demencia por varios años, informó Allan Rubin, profesor de Geociencias de Princeton University, en un correo electrónico.
La astrónoma, quien nació en Filadelfia, utilizó las rotaciones de las galaxias para descubrir la primera evidencia directa de la materia oscura en la década de 1970, mientras trabajaba en el Carnegie Institution en Washington.
Durante su trabajo con el diseñador de espectrógrafos Kent Ford, Rubin descubrió que el material en los extremos de las galaxias rotaba al mismo ritmo que el material en el centro. El descubrimiento contradijo una ley de la física que sostenía que la mayor masa en el centro, como polvo, estrellas y gas, debía moverse más rápido que los extremos, donde había menos masa.
La explicación es que existe un halo de materia oscura en torno a las galaxias que distribuye masa a través de ellas. La materia oscura no ha sido observada directamente, pero ha sido inferida a través del trabajo de Rubin y de otros astrónomos y físicos.
Científicos han descubierto que una pequeña parte de la materia oscura está compuesta por neutrinos —pequeñas partículas de rápido movimiento que no interactúan con la materia normal.
Emily Levesque, astrónoma de la University of Washington, dijo en junio a la revista Astronomy Magazine que Rubin merecía el Premio Nobel porque el descubrimiento de la materia oscura revolucionó a la astronomía y al concepto del universo.
El testamento de Alfred Nobel, fundador de los premios, "describe al premio de física como un reconocimiento al 'descubrimiento más importante' dentro del campo de la física. Si la materia oscura no encaja en esa descripción, no sé qué lo hace", dijo Levesque.